La actividad solar presenta un ciclo que varia con un período de cerca de once años. En la actualidad estamos en el ciclo nº 23 desde que se lleva un registro de este fenómeno y para mas señas en la fase de postmáximo, es decir que este máximo llega a su fin y pronto comenzará el declive del ciclo.
Nada mas "gráfico" que una gráfica para apreciar este efecto, como la alternancia de máximos y mínimos se suceden con cadencia de casi once años, pero si pudiéramos ampliar, y de hecho podemos, en esta curva, no sería ningún problema apreciar como los "picos" de estos dientes de sierra en realidad no son tan definidos y en muchas ocasiones se presenta un doble pico.
¿Que es esto?, Pues nada tan fácil y a la vez tan difícil de exponer. La actividad solar se considera en su conjunto, es decir de la actividad global del sol, pero esta no es ni mucho menos regular ni regularmente repartida, esta fundamentalmente centrada en un ancho cinturón tropical en cada hemisferio. La actividad en cada uno de ellos parece simétrica en multitud de ocasiones, bien presentándose de forma reciproca en ambos ala vez como de manera digamos antípoda pues la región mas activa de un hemisferio parece ser correspondida por otra diametralmente opuesta en el otro.
Así en varios de los ciclos vistos, un hemisferio alcanza el máximo de actividad, pero el otro tarda aún algo mas de tiempo en llegar a ese punto álgido produciéndose una asimetría entre ambos, si este aspecto se lleva en cuenta y se registra por separado la actividad observada, las curvas obtenidas de cada uno de los hemisferios solares irán ligeramente desplazadas y se hará visible quien es el hemisferio responsable de cada pico marcado, cuando solo se hace patente una curva general total, así esta asimetría puede seguirse durante todo el ciclo. (ver gráfica de Javier Ruiz).
Como observador solar he comenzado el estudio solar en 1988, justamente cuando el ciclo 22 arrancaba en el definitivo despegue hacia el pico máximo, pero cuando parecía que empezaba a descender, se produce de nuevo un resurgir y aunque quizá menos pronunciado, si mas extenso temporalmente, haciendo que la gráfica pormenorizada presente el doble pico que también otros ciclo anteriores han mostrado. En este caso, el 22 ciclo, este doble pico se debió a la asimetría entre el norte y el sur, primeramente el norte alcanzó el máximo y mientras el sur llegaba a ese punto, la actividad pareció disminuir pero enseguida el sur llegó produciendo el segundo pico (ver gráfica de Javier Ruiz).
Durante ese tiempo una alternancia de picos se suceden haciendo que la actividad general se mantenga en valores altos, cuando este efecto cesa la actividad baja bruscamente y en sucesivos saltos cae hasta un punto casi de vacío completo.
En el caso del presente ciclo 23, su ascenso puede decirse que tiene un primer impulso a finales de 1997 y como en el caso del 22 llega a producir un intenso pico que enseguida parece remitir (ver gráfica abajo), mas de igual manera se produce una meseta sobre la que vuelve a producirse el efecto de doble pico y un segundo máximo se encarama a lo alto y por tiempo mas prolongado que su precedente. Como el lector supondrá, la causa es la misma que en el 22 ciclo, la asimetría entre los hemisferios y en el mismo orden, primeramente el norte ha marcado su pulso y poco después lo hace el sur, hasta este momento mantiene la primacía y mantiene el nivel general estirando el segundo máximo en el tiempo quizá mas que su semejante del pasado 22, pero los indicios de este mes de diciembre de 2002, hacen pensar que la brusca caída de la curva esta cercana.
Esta pauta no es siempre algo que se haga sistemáticamente por nuestra estrella y por eso en ocasiones provoca cierto estupor entre los observadores. La asimetría puede no ser muy evidente y solapar ambos picos apreciándose solo uno.
Es propio de los sistemas no lineales hacer las cosas como a los humanos no les gusta, pues apreciamos bien las normas, pautas y reglas, pero cuando algo hace a su antojo sin aparente periodicidad o pauta nos perdemos por completo, en el caso del sol, hay parte y parte, es decir; las pautas son evidentes pero no son predecibles, no hay un patrón que haga posible saber que sucederá de un día para otro, y sin embargo hay ciclos que se pueden rastrear investigando las curvas obtenidas del registro asiduo y regular de todas sus manifestaciones en las diferentes longitudes de onda en las que emite y en las que son visibles por rasgos fotosféricos como es el caso de las manchas que los observadores aficionados solares hacemos de una u otra manera.
Una posible pauta de las que hablamos es como ya se hizo mención en anteriores artículos, se refiere a una inversión de la asimetría cada cuatro ciclos o sea que si durante cuatro ciclos de once años el norte va "por delante" esta situación se invertirá y acabará sustituido por el sur que será el que domine la subida hacia el máximo (o el primer máximo) y si se produce un segundo pico lo hará el norte inversamente a como se produjo en estos ciclo recientes.
¿Cuándo será el momento de la inversión?. Si realmente esa pauta es real, este ciclo 23 resulta ser el cuarto de la serie que tiene como predominante en la subida y primer máximo al norte, así que el próximo ciclo 24 tiene un aliciente mas, la confirmación de la asimetría sur/norte, comienzo de la serie de cuatro ciclos en la que el sur estará al mando inicial y el norte del remate final (o ambos a la vez, el futuro lo dirá).
Este ciclo de cuatro ciclos (valga la redundancia), es probablemente el responsable de uno que se piensa que existe cuyo período es de unos 80 años, en números: 4 x 10 + 4 x 10 = 80, cuatro de once años con dominio norte y cuatro con dominio sur hacen un período completo para retornar a la situación inicial, como los once años no lo son exactamente, mas bien son de diez a once, el resultado son alrededor de los 80 años estimados. Este es uno mas de los diversos que se encuentran en el análisis de las curvas y que están solapados, "ocultos" en el ruido de tal cantidad de altibajos que presenta una estrella movida por su motor atómico y de la que solo conseguimos una información indirecta a partir de sus emisiones y absorciones.
En este motor reside la fuente profunda de todos ellos como manifestación de los diferentes estados que tienden a buscar ese equilibrio de fuerzas que permiten a un Sol existir mas de 10.000.000.000 años.
Gráfica con los datos de SIDC
Faustino García