Oriol Rigat Planas (socio 2689)
Esta ponencia es una actualización y ampliación de la hecha hace dos años en la anterior convención de observadores. Por lo tanto en lo referente a el método empleado en la recogida de datos, a ella me remito (1).
Como novedad, tengo que agradecer a la incorporación de 7 nuevos observadores: Javier Alonso Santiago, Javier Temprano González, Benito Marcote Martín, Erica Pellón de Pablo, Manuel Ibarra Cebrecos, Jordi Lopesino, Elisenda Arís, que junto a Javier Ruiz Fernández y Oriol Rigat suman ya un total de 9 observadores.
Este era uno de los puntos a mejorar, ya que tanto la observación como la estadística de los datos lo precisaban. Con este incremento de observadores hemos pasado de un pobre 50% de días observados con un solo observador, a más del 93%, consiguiendo tener el 100% de días observados en el período entre mayo y septiembre del 2007 (5 meses).
Evolución de los días observados con la incorporación de los nuevos observadores
Respecto a los resultados de las observaciones, tenemos que estos dos últimos años hemos podido comprobar la llegada del mínimo solar, animado solamente por un par o tres de manchas. Los últimos 6 meses tenemos no tenemos ninguna mancha observada.
Gráfica de la actividad solar observada a simple vista (en gris) y los valores reducidos (en negro)
Para no repetirme en la argumentación y valoración de la observación a simple vista respecto otros sistemas de registro solar, me remito a memoria de la convención anterior (1).
Dónde si me detendré es en la obtención de la superficie mínima que debe tener una mancha para poder ser observable a simple vista. Anteriormente ya teníamos una aproximación al observar la relación que hay entre los valores medios mensuales, de las manchas observadas a simple vista (SV) y la superficie de las manchas.
Relación gráfica entre la superficie media mensual en millonésimas de hemisferio y las manchas observadas a simple vista, periodo (1999-2007)
Con las observaciones hasta el año 2005 el resultado aproximado era de 635mh, con las de 2006 teníamos 520 mh. Más recientemente al incorporarse más observadores ha permitido obtener unas 410 mh, valor muy próximo al valor en real, unos 350mh. Pero este resultado sólo lo podemos obtener si tratamos directamente con las manchas y no con medias mensuales.
Para ello se han tenido en cuenta las manchas solares observadas a simple vista en los años 2006-2007. La razón principal, por ser el período con más observaciones simultáneas y por lo tanto con un mayor seguimiento de la evolución de las manchas. De cada mancha se ha calculado la distancia en grados desde el centro del disco solar al centro de la mancha, así como su superficies relativa, es decir la visión real que tenemos de la mancha al observarla a simple vista.
Gráfica de las manchas observadas a simple vista durante el período 2006-2007. Con el circulo oscuro las manchas visibles, y con el circulo claro las manchas no visibles. En el eje de ordenadas hay el valor de la superficie de la manchas en millonésimas de hemisferio (mh), y en el eje de abscisas la distancia del centro de la mancha al centro de disco solar en grados (º)
A grandes rasgos y muy gráficamente obtenemos dos resultados. El primero, que más allá de los 50º del centro del disco solar no ha sido posible la observación de ninguna mancha a simple vista, por grande que esta sea, ya que la el tamaño aparente disminuye al separarnos del centro por efecto de la perspectiva. El segundo, que el tamaño mínimo para poder observar una mancha son los 300 mh.
Los valores disonantes en la gráfica son debidos a la dispar morfología de las manchas, y que aún teniendo el tamaño y estar a la distancia adecuada como para ser observadas, no lo han sido. Los factores morfológicos como tener o no un núcleo compacto o una umbra poco densa, influye en la posible observación a simple vista de la mancha.
También debemos tener en cuenta otros factores para entender que alguna manchas son observadas por unos y no por otros:
Conclusiones:
El aumento de observadores ha aportado un incremento muy significativo de observaciones y de calidad de los resultados, y todo ello en el mínimo solar con muy poca actividad a simple vista, gracias a todos ellos.
Hemos llegado a obtener la mínima superficie observable de 300 mh. Y que difícilmente observaremos manchas más allá de los 50º del centro del disco solar.
Valorar la gran cantidad de factores que nos influyen en el momento de la observación a simple vista, y que hace que no tengan que ser iguales para todos los observadores.
Finalmente, llamar la atención de la poca homogeneidad en la fabricación de los filtros solares, sobretodo en las gafas de observación de eclipses. Primero debido a su gran distribución en niños y mayores, y segundo por el daño irreparable que podría llegar a causar si su control no es adecuado.
Fuentes utilizadas:
Observaciones a simple vista:
Javier Ruiz (1998-2007), Oriol Rigat (2003-2007), Javier Alonso (2006-2007), Javier Temprano, Benito Marcote, Erica Pellón, Manuel Ibarra, Jordi Lopesino, Elisenda Arís (2007).
Número de Wolf:
SIDC, RWC Belgium, World Data Center for the Sunspot Index, Royal Observatory of Belgium,
http://sidc.oma.be/html/sunspot.html
Superficie de las Manchas:
Royal Greenwich Observatory/USAF/NOAA
http://science.msfc.nasa.gov/ssl/pad/solar/greenwch.htm
Imagenes digitales:
MDI Continuum, near the NiI 6768 A. Courtesy of SOHO/MDI consortium. SOHO is a project of international cooperation between ESA and NASA.
http://soho.esac.esa.int/
Quisiera hacer un llamamiento a todos aquellos observadores que les pueda interesar la actividad y quieran unirse a observar a simple vista. Y a aquellos que dispongan ya de algún tipo de registro de observaciones a simple vista, invitarles a que se pongan en contacto para compartirlas.
Contacto: oriolrigat@yahoo.com
Preguntas:
Contestando a la pregunta formulada por Josep Oliver, en que el límite de visión a simple vista está cerca de 1’ minuto de arco como se extrapola esto a las manchas. Así pues, traduciendo la superficie de las manchas observadas a segundos de arco tenemos que, las manchas de 350 mh son fáciles de ver, por lo que pasan a ser unos 37800km es decir unos 52” segundos de arco. Y que el límite conseguido de 296,2 mh, son unos 34900km y unos 48”, un valor de entre 8” y 12” inferior al valor teórico. Seguramente esta mayor resolución se consigue al tener un objeto (el Sol) que ilumina pero no deslumbra y la mancha que es oscura por contraste. También debemos tener en cuenta que al atenuar la luz del Sol con el filtro, seguramente la pupila está más dilatada y por lo tanto ganamos diámetro y resolución en la observación.
Notas
(1) Libro-monografía núm. 3 (188) Mayo 2006, AASabadell, p. 15-20.